

El coaching ontológico es una disciplina emergente que ofrece una forma única de entender a las personas
y su interacción con el mundo. En este tipo de abordaje el individuo es considerado una trilogía entre lenguaje, cuerpo y emociones.
El coaching ontológico sostiene que al intervenir en uno de esos elementos se pueden transformar los demás.
Con ello es posible potenciar las capacidades de la persona.
De esta manera, el coaching ontológico es una disciplina que brinda una manera diferente de interpretar a los seres humanos.
Brinda una gran importancia a las palabras. De hecho, uno de sus postulados es que el lenguaje no solo describe la realidad, sino que la crea.
En este sentido, cuando una persona en una sesión puede verbalizar de qué forma actuó ante una determinada situación,
también puede generar un cambio de enfoque a partir de allí. Esa toma de conciencia y aprendizaje se logra a través del lenguaje.
Por ello, el coaching ontológico es también una dinámica de transformación mediante la cual las personas y
organizaciones revisan su forma de estar en el mundo y la modifican. Esto es clave para las los individuos y las empresas, en tanto,
esta modalidad de coaching se presenta como una conversación que crea un nuevo sentido y con ello, una nueva cultura.
Su objetivo es ayudar a individuos y organizaciones a transformar su manera de pensar, actuar y relacionarse
para alcanzar metas significativas en su vida personal, profesional y social.
Gracias al coaching ontológico podemos desarrollar recursos para generar nuevos conceptos, crear nuevas realidades, encontrar nuevos significados,
explorar nuevos caminos y finalmente establecer nuevas conexiones, ya sea con nosotros mismos o con los demás.
Atrevernos a dejar ir lo establecido, para iniciar una travesía a lo desconocido, animándonos a diseñar un futuro mejor para nuestras vidas.
¿Qué es el Coaching Ontológico?
¿Para Qué Sirve el Coaching Ontológico?


En todas las sesiones de coaching existe una conversación entre el coach (el profesional) y el coacheé (el cliente), en la cual este manifiesta en voz alta acerca de su estado actual y declara a su vez sus objetivos deseados. El coach lo asiste en este proceso mediante una serie de preguntas específicas que hacen reflexionar sobre todas sus fortalezas y debilidades.
El objetivo detrás de todo proceso de coaching es que el coacheé encuentre por sí mismo aquellas respuestas que le habiliten a despejar su confusión y tomar acción para lograr sus metas.
Los encuentros se producen normalmente una vez por semana o quincenalmente, sin embargo el proceso entero desde que tiene lugar la primera sesión de coaching hasta que se alcanza el objetivo declarado, depende exclusivamente del cliente.
Durante este tiempo se transitan múltiples etapas que consisten en dar identidad al problema, ser consciente de él, marcar una hoja de ruta y llevarla a la acción.
Una sesión de coaching dura normalmente una hora. En ella, el coach asiste al coacheé a articular sus pensamientos a través de ciertas preguntas precisas. Si el cliente se aleja en algún momento del camino trazado, el coach es el encargado de redirigir la conversación, analizando nuevas cuestiones.
¿Cómo son las sesiones de coaching conmigo?
Algunos de los temas más tratados en mis sesiones suelen ser:
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Desarrollo del liderazgo personal.
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Superación personal de conflictos tanto internos (dudas, contradicciones, confusión) como externos (problemas en el trabajo, con tu pareja, hijos).
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Mejora de aspectos disonantes en tu vida.
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Descubrimiento de nuevas maneras de accionar obteniendo resultados diferentes.
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Descubrimiento y aceptación de uno mismo.
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Eliminación de bloqueos y miedos que impiden conseguir objetivos.
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Gestión emocional.
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Explorar y revisar creencias limitantes.
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Desarrollo de autoestima, poder personal y carisma.
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Cultivar el poder personal, y construir relaciones de éxito.
¿Cómo es un proceso de coaching?
En todo proceso de coaching, esencialmente se dan los siguientes pasos:
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Identificamos los retos, metas y objetivos deseados, ya sean estos laborales, afectivos, familiares o de todos ellos juntos.
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Ponemos nombre a todo aquello que interfiere, impide y obstaculiza. No siempre es inmediato ni simple el lograr señalar una causa, persona o un comportamiento que nos impide dar pasos más allá.
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Preguntas poderosas. El coacheé ahora responde a mis preguntas, y encuentra sus propias respuestas, de un modo plenamente responsable y consciente.
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Cambio de observador. En ese momento toma conciencia del tipo de observador que es ante los sucesos de su vida, y desde allí aprende a desarrollar un cambio de percepción; se ve a sí mismo y a lo que lo rodea con otros ojos.
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Ser responsable. Finalmente, y tomando el sentido de una célebre frase atribuida a Einstein: “Si buscas resultados diferentes, no insistas en hacer lo mismo”, la persona podrá empezar a responder de modo diferente, dado que ahora ya es capaz de percibir el mundo de un modo distinto.
Estas actividades de coaching personal no ofrecen soluciones, no dicen qué se tiene o no se tiene que hacer, ni yo como coach daré respuestas a las preguntas formuladas.
Por el contrario, escucharé las inquietudes y realizaré una serie de preguntas a través de las cuales se logrará que reflexiones y percibas tu situación, tu entorno, las personas que lo integran, las organizaciones a las que perteneces (sociales, laborales, familiares, etc.) y tu rol dentro de ellas.
Una definición que me gusta del coaching personal es, “el arte de aprender a contribuir a que el mundo siga girando”.
Las sesiones de coaching son:
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Confidenciales: Tanto tu identidad, como todo lo que se hable en una sesión es absolutamente confidencial y esto queda aclarado en un acuerdo inicial al iniciar el proceso.
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Individuales: Las sesiones son personales en privado, no hay sesiones de grupo ni puestas en común con otras personas.
Las sesiones pueden ser presenciales o a distancia (Zoom, Skype, WhatsApp, u otras plataformas de videoconferencia).
Un proceso de coaching es un viaje en el cual el punto de inicio es el ahora, y el destino a llegar, tu objetivo. La distancia entre ambos puntos, el camino que te hayas pautado y tu nivel de compromiso, van a definir la duración del proceso.
Y ahora, dime ¿cuándo empezamos?
El mundo requiere de tu contribución para seguir girando…